Archivos 2011

Con el cuerpo agotado, pesado como una roca gigantesca, en la memoria lo ocurrido anoche,
que la mente aplasta con la ayuda del peso de la piedra.
No se quieren recordar los movimientos adelantados a su tiempo acompañados de discursos
de platos líquidos y su textura, un tanto fría.
Pero la piel es tan rica, la materia y su olor permanente,
seguidos de gestos bien conocidos y esperados con un temblor extasiado…